Recuerdo que por ahí por el 2007 escuché por primera vez el término «cibercondríacos». Así se les llama a las personas que, buscando en Internet información relacionada a algún malestar, dolor o sensación que sientan, terminan creyendo que tienen los síntomas de alguna enfermedad grave.
El problema mayor viene cuando, en el convencimiento de padecer alguna enfermedad, comienzan a buscar y a seguir tratamientos encontrados también en la red, muchas veces errados y chantas. Y así muchos terminan automedicándose, deprimiéndose, preocupándose o, lo que es peor, cayendo en las garras de la homeopatía u otras medicinas alternativas.
Esta infografía presenta algunos datos interesantes sobre este moderno problema, la «cibercondría». En inglés, pero traducido (omití traducir la parte final, que es sólo publicidad).
Cortesía de SymCat.com.
Traducción:
Estamos Cibercondríacos.
«La escalada de preocupaciones infundadas acerca de síntomas comunes basadas en la revisión de los resultados de búsqueda en línea».
4 de cada 5 usuarios de Internet buscan en línea por información de salud.
Con 3.000 millones de preguntas cada mes, ¿qué estamos buscando?
– 55% profesionales de salud
– 83% problemas médicos
– 70% tratamientos o procedimientos.
Búsquedas típicas:
Dolor de garganta, tos, dolor de cabeza, dolor de espalda, dolor en el pecho.
1 de cada 2 personas creen que los resultados de búsqueda reflejan probabilidad verdadera de enfermedad.
¿Y qué hay de malo con eso?
Tenemos 120 veces más probabilidades de encontrar en la búsqueda que sufrimos un «ataque al corazón» que las que realmente tenemos.
Tenemos 860 veces más probabilidades de encontrar en la búsqueda que tenemos un tumor cerebral.
¿Y cómo reaccionamos ante toda esta información?
Más del 33% se preocupa.
42% queda igual.
25% se tranquiliza.
Y esto importa. 38% dice que esto afecta a su decisión sobre si debe ir o no a ver a un médico.